La criptodivisa

La criptodivisa o criptomoneda cada vez más a menudo se menciona como un recurso alternativo habitual de pago. Algunos opinan que será una realidad en el futuro y que, incluso, pudiera convertirse en la panacea a la tiranía del sistema financiero de los estados. Otros pronostican la muerte rápida de esta idea de la completa virtualización del dinero, “el dinero de la nada”. Así que, ¿es la criptodivisa un medio perjudicial o la única perspectiva de desarrollo en el mercado de pago virtual? Intentemos estudiar la criptodivisa y su fenómeno más detalladamente.

CRIPTODIVISA: HISTORIA Y DATOS

La criptodivisa es un medio de pago digital y está creado a partir de los métodos de la criptografía, dicho de forma más simple, del cifrado de datos.

Las principales características de la criptodivisa son:

La descentralización del sistema monetario. Todas las transacciones, incluyendo la emisión de la nueva unidad monetaria, se registran en el historial general, de libre acceso para cada usuario. Si lo desea puede observar la ruta de cada unidad hasta el momento de su aparición. Precisamente por eso la criptodivisa es imposible de falsificar, como no es posible eliminar completamente el historial de las transacciones, ya que al mismo tiempo se guarda tanto en los ordenadores como en los servidores de millones de usuarios de todo el mundo;

El anonimato en las operaciones. Todo lo que saben acerca de usted, otros usuarios, es un conjunto de carácteres, el número del monedero, cuyos datos personales permanecen en el anonimato;

Limitaciones de cantidad. Las criptodivisas son limitadas. Por ejemplo, las bitcoins tienen una caducidad hasta el año 2131. Esto establece restricciones en la velocidad de sus emisiones y un significativo desarrollo de recursos para la creación de nuevas unidades de divisas;

Mínima comisión por las operaciones realizadas debido a la ausencia intermediarios en las operaciones llevadas a cabo con la criptodivisa.

¿Cómo empezó la historia de la criptodivisa?

La historia comenzó con los bitcoins, la primera y más popular criptodivisa. Su fundador fue Satoshi Nakamoto, un ánonimo, tras quien, supuestamente, se esconde un equipo de desarrolladores. El primer bitcoin vio la luz en 2009, y junto a él aparecieron nuevos términos como mining (extracción de la criptodivisa, por analogía a la minería del oro), minero (relacionado con aquel que la produce). Bueno, y el mismísimo concepto de la criptodivisa también la originó, precisamente, el padre fundador del bitcoin.

Tras el descubridor le copiaron otros. Hoy en día como alternativa al bitcoin aparecen litecoin, DogeCoin, NameCoin, Ripples. La diferencia entre las criptodivisas consiste solamente en los algoritmos de cifrado en uso, en las velocidades de emisiones, y el límite de cantidad de “dinero” efectivo. Y, por supuesto, no se debe de olvidar el grado de seguridad que tienen los bitcoins, como muestra de su primacía, toda una serie de ventajas, que otras criptodivisas están lejos de igualar.

A decir verdad, la principal fuerza impulsora de la divulgación del bitcoin llegó a ser alguna vez el mecanismo de su recepción. Es decir, el bitcoin actuaba como pago tras la conexión de un ordenador en una única red de usuarios, preparados a proporcionar la capacidad suficiente a sus ordenadores para la realización de tareas globales. La puesta en marcha del programa, automáticamente inició el proceso de extracción (mining, en inglés) y de los bitcoins, obteniéndose como resultado la propiedad para aquella persona que las produjo.

Cabe destacar, que durante el periodo de 2009 a 2014 el bitcoin llegó a crecer en un valor de 20000, pasando de 5 centavos a 1000 dólares. Y los analistas creen que aún no será su límite.

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Hoy en día para la producción de los bitcoins se necesita mucha potencia, los ordenadores que tenemos en nuestra casa ya no pueden soportar este tipo de operaciones. Pero esto no es motivo para abandonar la extracción. Preste atención a la criptodivisa mientras no haya recibido tanta difusión global. Sus requisitos para invertir pueden que sean bajos, pero sus perspectivas para el crecimiento especulativo de las cotizaciones son mucho más altas que las bitcoins.

La circulación de las bitcoins y de las otras criptodivisas se realizan a través de un sistema muy simple: o bien a través de intercambios y la bolsa, o bien “de mano en mano”, quiere decir, de una persona particular a otra, en formas de pago por bienes de consumo/servicios o en el proceso de adquisición de las propias unidades de divisas.

El almacenamiento de las criptodivisas se realizan en especiales monederos virtuales, a los que se puede acceder a través de la red de redes o si es cliente, a través de un programa instalado en su ordenador.

En el último tiempo, debido a la alta volatilidad, la popularidad de la criptodivisa ha crecido significativamente entre los traders, puede ver las diferentes plataformas de Trading Forex en el enlace proporcionado. Muchos brokers ofrecen las criptodivisas entre los ya conocidos instrumentos de negociación, tales como: divisas , CFD y opciones binarias. Los brókers que trabajan con bitcoin son un ejemplo de ello.

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